De la dispersión a la depresión, la angustia y la ansiedad

Dispersión. ¿Es un nuevo término que añadir a nuestro ya amplio vocabulario de trastornos o “malestares” emocionales. Sí y no.

En realidad es más bien la suma, o la concurrencia de esos muchos problemas que ya conocemos.

Definición de dispersión

Podemos definir la dispersión como la división, la fragmentación de nuestro interior. Nos sentimos divididos, rotos, y por tanto, débiles, vulnerables.

La dispersión se produce cuando se reclama tantas cosas de nostros que somos incapaces de atenderlas todas, y tenemos que hacer un gran esfuerzo para multiplicarnos para atender tanto nuestras necesidades interiores como las que nos reclaman desde fuera: ocio, tiempo libre, meditación, trabajo, familia, etc. etc. etc.

De la dispersión a la depresión solo hay un paso
De la dispersión a la depresión solo hay un paso. Imagen de Shift and Sheriff en Pixabay

La persona desintegrada siente que pierde el control y gobierno de su vida, y que en lugar de actuar para su bienestar, actúa para el del los demás, sin poder atenderse a sí mismo.

Esto lleva a la persona a sentir que no es dueño de su destino, que no gobierna su vida, sino que está a merced de factores externos, sean personas o circunstancias de la vida. El no ser capaz de gobernar nuestra propia vida es causa segura de infelicidad.

Este tipo de situación puede llevarnos fácilmente a la depresión, la obsesión, la angustia, el nerviosismo, la ansiedad, la inseguridad y la desesperación.

Vernos sometidos a múltiples fuentes de presión que reclaman continuamente nuestra atención puede tener muy malas consecuencias para nuestra salud, por lo que hay que poner freno, y rápido.

¿Y qué podemos hacer?

En primer lugar, aceptar que tenemos un problema, una tendencia a la dispersión. Este es el primer paso para poner remedio. Quien no reconoce su problema, difícilmente podrá solucionarlo.

A partir de aquí, podemos ponernos metas realistas, de manera que vayamos mejorando poco a poco. No podemos esperar un éxito completo de la noche a la mañana. Sí podemos aspirar a solucionar del todo este problema, pero será con el paso del tiempo y con una dedicación constante. Sí se puede, pero hay que trabajar.

Acto seguido, podemos empezar por luchar contra la rutina, un enemigo silencioso que todo lo acaba corrompiendo por puro aburrimiento. Cuando la rutina invade nuestra actividad diaria, ya sea profesional o personal, tiene a igualarlo todo, y a hacer que todo parezca lo mismo, lo que nos lleva a no distinguir unas cosas de otras.

Rompe la rutina introduciendo cambios en esas tareas o actividades cotidianas. Si siempre haces las cosas en un orden, cambia ese orden, o cambia el lugar en que lo haces, o las personas de quienes te acompañas.

En definitiva, haz que la misma tarea sea percibida por ti como algo diferente.

Aprende a decir NO

Eso es exactamente lo que tienes que empezar a hacer desde ya. Si has llegado a esta situación, es porque estás saturado/a de compromisos que absorben tu energía y te impiden dedicarte tiempo para tí, para las cosas que te gustan, o simplemente, para tumbarte sin hacer nada.

Decir NO para ser feliz
Decir NO para ser feliz. Imagen de Rondell Melling en Pixabay

Decir NO cuando realmente no te apetece, es la primera regla y obligación de toda persona que desee tener salud emocional. Repetimos. Si no te apetece, no lo hagas. Si no quieres, di NO.

Te traemos una frase que te ayudará a interiorizar este pensamiento: “Tal vez no puedas hacer siempre lo que quieres,pero sí que puedes NO hacer lo que NO quieres”. Y esto es incluso más importante.

Todo empieza y acaba en ti

No esperes que “algo” de afuera venga a solucionar tus problemas, tus agobios, tu dispersión.

El cambio empieza en ti. Cambia tú, y el mundo cambiará. Empieza poco a poco a tomar el control de tu vida, eliminando actividades y compromisos que te impiden tener tiempo para ti.

Empieza poco a poco y ve dando pasitos. Los resultados te sorprenderán.

Hasta aquí nuestro artículo sobre la dispersión. Si tienes alguna duda solo tienes que plantearla en la caja de comentarios.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Subir